lunes, 4 de enero de 2010



ESPIRITISMO CRUZADO
Parte 1


Cuando hablamos de Espíritu nos referimos a la parte Divina del Alma humana, sin su cuerpo físico, y cuando hablamos de Alma nos referimos al mismo Principio pero unido al cuerpo físico, lo que constituye al Ser Humano
Se podría resumir que el Espíritu es una chispa Divina, creado por la Fuente de todo origen. Constituye una energía etérea y sutil,
Ligada a un cuerpo de energía menos sutil o semimaterial que llamamos Periespíritu, formando una Unidad indisoluble. Esta Unidad que genéricamente llamamos Espíritu es la misma que llamamos Alma en los Seres humanos. Esta se mantiene unida al cuerpo físico mediante un cuerpo de energía física o vital que extrae durante el proceso embrionario del medio físico y que le sirve para crear y vitalizar el cuerpo carnal del Ser humano al que da forma, por lo que el cuerpo físico es como una copia del Periespíritu o Cuerpo Espiritual..


En definitiva, los Espíritus somos nosotros mismos, capaces de pensar, sentir, amar, crear arte y deleitarnos y elevarnos ante la belleza y emoción indefinibles que despierta en nuestro interior. La única diferencia sustancial entre los Espíritus y los Seres humanos, es que nosotros los humanos, tenemos una última envoltura que es nuestro cuerpo físico, y ellos no la tienen porque la perdieron junto a la personalidad humana tras la muerte...
Como el Espíritu es energía, de modo natural posee el don de la ubicuidad, porque pueden irradiar sus influencias o efluvios y es capaz de dejarse ver en varias partes diferentes o lejanas a la vez. Hay en la historia de los fenómenos y de las apariciones espirituales, muchos casos testificados de ubicuidad tanto en Espíritus encarnados, como en los desencarnados,

tomando todo esto en consideración se da cuenta que. El espiritismo es la práctica más antigua de todas y contrariamente a lo que muchos piensan no es religión. Más bien es la base de toda religión. La comunicación con los espíritus siempre ah sido buscada y deseada para conseguir cosas. Recibir consejos y ayuda,
Muchas formas y practicas hay para lograr esto desde las más antiguas civilizaciones pero el espiritismo como tal empezó con las hermanas Fox en NY en USA en 1848 para ser después sistematizado por Hipólito León Denizard Rivail (Allan Kardec ) en sus libros, sobre todo el libro de los espíritus publicado el 15 de abril de 1857,


Allan Kardec, pedagogo francés de formación pestalozziana y de gran estructura científica y cultural, (1804-1869), fue el codificador del espiritismo.
Durante 15 años de rigurosa labor investigativa y experimental, se dedicó a recopilar, analizar, seleccionar y sintetizar las enseñanzas transmitidas por muchos espíritus de reconocida superioridad moral e intelectual, a través de numerosos médiums de Francia y otros países de Europa.
De la organización temática de las extensas informaciones transmitidas por espíritus, fueron surgiendo los libros de la codificación Kardeciana, en los que se desarrollan temas de ciencia, filosofía, ética, religión, derecho, antropología, sicología, sociología, astronomía, medicina, arte, etc. Las enseñanzas transmitidas por los espíritus fueron ampliadas por Allan Kardec a través de sus propios comentarios, opiniones y observaciones.


Allan Kardec es conocido como el padre del espiritismo moderno puesto que todos sus escritos y trabajos le fueron dictados por los espíritus sobre todo el espíritu de verdad, él enseña que los espíritus son seres del poder divino que acatan los deseos de Dios en la tierra y mantienen la armonía del universo.
Y estos se perfeccionan mediante encarnaciones sucesivas cuando renacen en nuevos cuerpos


El espiritismo se basa en ocho principios fundamentales, a saber:


1. La existencia de Dios como creador universal.
2. La existencia e inmortalidad de los espíritus.
3. La ley de la evolución.
4. La ley de la reencarnación.
5. La comunicabilidad de los espíritus a través de la mediumnidad.
6. La ley de causa y efecto o de acción y reacción.
7. La pluralidad de mundos habitados.
8. La fraternidad universal. (Ley de justicia, amor y caridad).


Estos principios también son conocidos como los postulados del espiritismo y constituyen la fundamentación científica, filosófica y moral de la doctrina espiritista, contenida en las obras de Allan Kardec, y como en los libros de los autores clásicos del espiritismo que desarrollaron y complementaron las enseñanzas sistematizadas por el pedagogo francés.

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